MISIONERO Y GOLEADOR
1.- Hugo Mario Noremberg nació en Aristóbulo del Valle, provincia de Misiones, el 15 de junio de 1962, en el seno de una familia con raices alemanas y ucranianas.
2.- Delantero de área. Con fuerza y sacrificio. Carlos Timoteo Griguol lo hizo debutar en la primera de Ferro Carril Oeste en el Metropolitano de 1983. Su primer gol lo convirtió el 31 de agosto de 1983, en la victoria verde 2 a 1 sobre River Plate.
3.- Importante en el histórico ciclo que terminó con la obtención del Nacional 1984, marcando un gol en la final ante River en el estadio Monumental. Su primer ciclo en Caballito abarcó 1982 y 1986. Regresó en 1992. En total, jugó 80 partidos, marcando 22 goles.
4.- En el primer semestre de 1986, Mario Noremberg vistió la camiseta blanca de Quilmes Atlético Club. Torneo Apertura de Primera B. Clasificatorio para el recién creado Nacional B. Fue un paso aciago ya que tan sólo marcó un gol (a Banfield) y finalizó con los cerveceros en una inédita tercera división.
5.- A mediados de aquel 1986 pasó a Chaco For Ever. En el norte fue ídolo y figura. Fundamental en aquellas dos grandes campañas del equipo chaqueño en los primeros Nacional B.
6.- Jugó tres temporadas en el Negro. En la primera perdió la final de ascenso ante San Martín de Tucumán. La segunda finalizó con el mítico ascenso de 1989. La tercera fue en la máxima divisional y terminó con Chaco For Ever manteniendo la categoría en aquella final ante Racing de Córdoba en la Bombonera. En For Ever, Mario Noremberg jugó 147 partidos, señalando 61 goles.
7.- A mediados de 1990 pasó al Genclerbirligi SK de Turquía. En Ankara jugó 20 partidos pero no tuvo éxito de cara al arco rival.
8.- En 1991 firmó para Estudiantes de La Plata. Con la camiseta albiroja jugó 10 partidos en el Apertura 1991, donde marcó 2 goles. Luego volvió a Oeste, donde jugó la temporada 92/93.
9.- Su carrera continuó en el ascenso. Jugó en Douglas Haig de Pergamino la temporada 1993/94. Con 16 partidos y un gol.
10.- Recordado por su capacidad goleada, pero sobre todo, por su eterno bigote. Una marca registrada en una época donde se lo consideraba demodé. En toda su carrera en el fútbol grande, el misionero Hugo Mario Noremberg jugó 266 partidos, marcando 85 goles.
