La temporada 1988/89 tuvo una particularidad. Con el fin de generar menor especulación, los partidos empatados debían dividir honores mediante disparos desde el punto penal. Al equipo ganador de estas definiciones se lo premiaba con un punto extra. Estas definiciones se fueron dando en forma normal hasta aquel 20 de noviembre de 1988.
Aquel día amaneció lluvioso. Fue la tarde que San Martín de Tucumán hizo historia goleando 6 a 1 a Boca Juniors en la Bombonera. Pero esa fecha quedó en la historia del fútbol argentino como el Día del Penal.
En cancha de Ferro Carril Oeste, Argentinos Juniors recibió al líder Racing Club. La expectativa era importante y los jugadores no defraudaron a los hinchas que se empaparon en los viejos tablones de Caballito. El partido finalizó igualado 2 a 2, goles convertidos por Carlos Ereros y Silvio Rudman, para los locales; Walter Fernández y Ramón Medina Bello señalaron los goles de la Academia
Cuando el árbitro Carlos Espósito inició la tanda de penales, nadie imaginó lo que se venía. Fue agobiante. Luego de 45 minutos - un tiempo más - falló el uruguayo Carlos Vázquez para la Academia. El marplatense Jorge Gáspari convirtió el penal 44 de la tarde-noche poniendo fin al suplicio de los veinte mil hinchas presentes. La definición finalizó 20-19. El partido duró 135 minutos.
