Rosario, 13 de octubre de 1971. Por la 29º fecha del campeonato de Primera C, Central Córdoba recibía a Ferrocarril Midland. En el barrio Tablada se vivió una fiesta. Un verdadero festival de goles. El Charrúa goleó 5 a 0 a los funebreros.
Aquel fue un año particular en la vida de Córdoba. Llegaba al club un jugador llamado a hacer historia. Era Tomás Felipe Carlovich. Heredero de una gloriosa tradición del club, que comenzó con Gabino Sosa, siguió en Vicente de la Mata y tuvo en el Trinche a su gran exponente.
En la imagen, Galardi convierte el segundo gol de Central Córdoba.
Un Buraco en el Tiempo…
